Las primeras ganancias
Cuando Lara se unió a la familia Bimbo®, nunca imaginé los cambios que llegarían a mi vida y a la de mis compañeros. Solo me di cuenta un agradable día de mayo, cuando llegué a trabajar temprano. Dispuesta como siempre, tomé mi puesto y comencé un día más, sin saber que sería muy especial y feliz. Nuestro supervisor nos mandó una nota pidiendo que fuéramos al escritorio del cajero con nuestra identificación para cobrar. “¿Cobrar qué?” pensé. Todos estábamos sorprendidos. Cuando llegué a donde nos pagaban, no sabía de qué se trataba, hasta que me entregaron un sobre con un pago de ganancias.
Me sorprendió la cantidad. No podía creerlo. Estaba muy feliz e inmediatamente pensé en mis hijas y en las cosas que les podía comprar con este dinero inesperado. Regresé a mi puesto para seguir trabajando, sintiéndome más feliz de lo normal y escuchando los comentarios acerca del pago que habíamos recibido. No podíamos creerlo. Recordábamos lo que habíamos recibido cuando no hacíamos parte de Bimbo®; era casi nada; ni siquiera alcanzaba para el tiquete del bus; algunos ni siquiera iban a cobrar. Pero eso estaba en el pasado. Ahora verdaderamente compartimos las ganancias. Desde entonces nuestras vidas han cambiado. ¡Gracias Bimbo®!